domingo, 18 de octubre de 2015

Tarea 3. La impracticidad de las actuales reglas ortográficas.

La verdad es que no será la primera ni la última vez que a alguien le quiten puntos de un examen por no escribir según las reglas de ortografía y que, después, el profesor o profesora de turno le diga: "Te he quitado puntos para que la próxima vez tengas más cuidado y mejores tu ortografía"

He de reconocer que, de pequeño, solía cometerlas pero, afortunadamente entonces no quitaban puntos por ello. Además, fue el año pasado cuando empecé a poner comas, porque antes las ponía solo para enumeraciones y poco más, de manera que para leer uno de mis escritos, los profesores debían quedarse sin saliva al leerlos y sin tinta en el boli, ya que no paraban de poner comas donde no las había puesto.

  Pero lo que realmente pasa es que nosotros tenemos cuidado en los exámenes y en los escritos que presentamos al profesor, por miedo a represalias, pero en la vida habitual que, creo yo, es cuando realmente es importante, como acto de rebeldía contra los profesores, escribimos como nos da la gana.

Es cierto que si cada uno escribiera como creyera conveniente, no nos podríamos comunicar, pero si realmente quisieran que usáramos las reglas de ortografía, se debería escribir, como hemos hecho en la actividad anterior, una grafía por sonido (adiós a tener que preguntar: "¿Esto se escribe con g o con j, con x o con s, con b o con v?") y sin tildes, pues los que realmente sabemos español, no necesitamos poner tildes para saber como se entona una palabra.

Otros pensarán que las personas que usan mal la ortografía son personas que no han ido a la escuela, o no tienen costumbre de escribir sin ayuda de un corrector (que, por cierto, no son muy fiables) pues, aunque parezca raro, hay autores de libros que escriben libros con faltas de ortografía, y, por si fuera poco, lo hacen a propósito, pero no para dar mala imagen de sí mismos, sino porque, creo yo, quieren con ello llamar la atención del lector.

Entonces, ¿por qué respetar una ortografía que la mayoría de autores de libros nos imponen? Ya sabemos que ortografía significa forma de escribir pero, creo que hablo en nombre de la mayoría de hispanohablantes (en este caso, hispano-escritores) que lo más cómodo y sencillo es que se escribiera, sino igual, lo más parecido posible a como se habla.

En conclusión, si yo fuera uno de los jefes de la RAE, eliminaría todo tipo de complicaciones ortográficas, desde mi punto de vista inútiles, porque lo único que con ello van a conseguir es que los hispano-escritores le cojamos manía a las reglas de ortografía y, por ello, nos las saltemos.







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